sábado, 22 de septiembre de 2012

U. de Antioquia rechaza acusaciones sobre fraude en los procesos de admisión


 El rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa, emitió un comunicado en rechazo a una de las varias denuncias públicas de un grupo de profesores de la institución, según las cuales el actuar del exdirector de Admisiones y Registro vendía las respuestas del examen de admisión y modificaba calificaciones de algunos estudiantes. Para la institución, la denuncia carece de pruebas y va en contra de la transparencia en el actuar de la dependencia.

El siguiente es el texto del comunicado dela Rectoría
Frente a los rumores que han circulado en la Universidad, en los que se relaciona la supuesta ocurrencia de hechos vinculados con los procesos de admisiones y registro, pero que lamentablemente no aluden a un solo dato concreto, y menos aportan algún elemento de prueba que pueda servir a la Universidad para iniciar una investigación, la Rectoría considera necesario explicar en detalle los controles implementados, desde hace varios años, sobre el examen de admisión.

Para la Universidad, su proceso de admisión constituye una etapa de especial significación. Éste ha gozado del reconocimiento de toda la sociedad por su seriedad y confiabilidad, y lo refrenda el hecho de que seamos una de las universidades con mayor número de aspirantes.

No obstante, ante un bien tan escaso como lo es el ingreso a la Universidad de Antioquia, todos los días es necesario vigilar e implementar medidas para evitar cualquier intento de fraude. Veamos algunos de esos controles:

Una sola persona no es la encargada de gobernar todo el proceso, pues en cada paso de la elaboración, de la calificación y de la selección, intervienen diferentes funcionarios y profesores que ejercen control entre sí. Cualquier alteración de la información o del filtro obliga inmediatamente a detener el proceso, a revisar y a adoptar medidas correctivas.

El Departamento de Admisiones y Registro cuenta con dos Comités que se encargan de la elaboración de preguntas, tanto para la prueba de razonamiento lógico, como para la de competencia lectora. Están conformados por profesores que ostentan las más altas calidades académicas, éticas y morales, y que se encargan de alimentar bancos de preguntas que luego sirven de insumo para la selección de las que se aplicarán en el examen.

La impresión de exámenes se efectúa bajo estrictas medidas de seguridad. En este año, las cavas de seguridad fueron sustituidas por una habitación blindada, con tres juegos de claves.

Para garantizar la seguridad de las respuestas, se adquirió una caja fuerte triclave, y en ella reposan los códigos con las soluciones correctas para el examen. Sólo puede ser abierta cuando tres funcionarios autorizados ingresan un número que les ha sido asignado, y que, al ensamblarse como las piezas de un rompecabezas, forman la clave completa de la caja fuerte.

Para el transporte de los exámenes se utilizan maletas con claves de seguridad. Media hora antes de la prueba se informa a los profesores coordinadores el protocolo de apertura de las maletas y su respectivo pin, para posteriormente entregar los exámenes a cada aspirante.

Durante la presentación de la prueba se han implementado también otros controles, como identificación con huella celular, la restricción a teléfonos celulares u otras herramientas tecnológicas, con el fin de evitar cualquier intento de engaño, controles que inclusive han llegado a ser cuestionados por excesivos.

El Departamento de Admisiones y Registro celebra reuniones semanales con su grupo primario de coordinadores, en las que se analizan los riesgos y se proponen medidas. Además se practican auditorías permanentes con miras a lograr la total transparencia. Así mismo se han conformado dos comités, uno de acompañamiento de la prueba y otro de admisión, que son los que permiten controles de verificación.

La calificación de la prueba es un proceso que se lleva a cabo con la supervisión del Comité de Acompañamiento, creado por el Consejo Académico con la misión de supervisar la lectura de las tarjetas de respuesta de los aspirantes, el ingreso de las claves (respuestas correctas) al sistema, y la calificación y la selección de los admitidos.

La Rectoría reconoce que una de las mayores dificultades se encuentra en la posibilidad de controlar a los inescrupulosos, quienes, aprovechándose de la necesidad y del anhelo de las personas de obtener un cupo en la Universidad de Antioquia, venden las supuestas respuestas del examen, hecho que no es más que una estafa.

En años anteriores se han presentado casos en los que las denuncias han permitido establecer claramente que los estafadores afirman poseer los exámenes que se van a presentar, y finalmente terminan siendo pruebas en desuso que se han aplicado en procesos de varios semestre atrás, en los que la Universidad ha dado a conocer la prueba aplicada.

Frente a esta delicada situación, la Universidad exhorta de nuevo a los miles de jóvenes que aspiran a la Alma Máter, para que denuncien estos intentos de estafa, y para que sólo acudan a las páginas institucionales, que es donde pueden conocer toda la información acerca del proceso y realizar entrenamientos prácticos sin temor de ser timados o de pagar por ello.

La Rectoría expresa que siempre ha estado y permanecerá atenta a cualquier irregularidad y a cualquier denuncia que afecte la transparencia del proceso de admisión, pues nos hallamos frente a uno de los derechos fundamentales más importantes, como es el de acceso a la educación superior en condiciones de igualdad y de equidad.

Finalmente hacemos un llamado a la reflexión, pues cada vez que rumores de esta naturaleza se divulgan, sin que tan siquiera medie primero, un ejercicio crítico de veracidad, terminan afectado el buen nombre y respetabilidad de una Institución, de la que todos hacemos parte.

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